Blogia
Lo sagrado, simbólico y mágico de la cocina

Ribera Sacra

Se me apetecía decir algo sobre una denominación de origen vinícola que me encantó en un primer momento por su nombre y luego por el intenso y fresco sabor de sus caldos. Estoy hablando de Ribera Sacra, una serie de vinos gallegos con una gran tradición monástica tras ellos.
En las laderas de la solana del valle del Miño y del Cañón del Sil la naturaleza otorga las condiciones climáticas apropiadas para el cultivo del viñedo, dando en estos parajes uvas de gran calidad. Una particularidad aquí es que las viñas no son cultivadas en la tierra misma sino que brotan y crecen en bancales, cosa que ya le da una distinción remarcable.
Ya en el tiempo en que estas tierras eran colonia romana, estos vinos fueron llamados por los colonos 'oro líquido del Sil’ nombre del río que atraviesa los parajes, tal era la estima que por ellos sentían los centuriones y legionarios del Imperio. Los monasterios de la ‘Rivoyra Sacrata’ se encargaron en la Edad media de darle comercio al vino. Órdenes como la benedictina o la cisterciense tomaron mucho empeño en este fin. Imagino en aquella Galicia medieval y en aquellos parajes húmedos como debía de ayudar un buen tinto de la zona a la vida contemplativa. Los monasterios de estos lugares están llenos de leyendas visionarias, la santa compaña, las meigas, me pregunto si tendrá algo que ver en estos misticismos el jugo de las Señorial Mencía , Garnacha, Albariño o Godello. ¡Santo vino!

0 comentarios