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Lo sagrado, simbólico y mágico de la cocina

Brebajes

Ribera Sacra

Se me apetecía decir algo sobre una denominación de origen vinícola que me encantó en un primer momento por su nombre y luego por el intenso y fresco sabor de sus caldos. Estoy hablando de Ribera Sacra, una serie de vinos gallegos con una gran tradición monástica tras ellos.
En las laderas de la solana del valle del Miño y del Cañón del Sil la naturaleza otorga las condiciones climáticas apropiadas para el cultivo del viñedo, dando en estos parajes uvas de gran calidad. Una particularidad aquí es que las viñas no son cultivadas en la tierra misma sino que brotan y crecen en bancales, cosa que ya le da una distinción remarcable.
Ya en el tiempo en que estas tierras eran colonia romana, estos vinos fueron llamados por los colonos 'oro líquido del Sil’ nombre del río que atraviesa los parajes, tal era la estima que por ellos sentían los centuriones y legionarios del Imperio. Los monasterios de la ‘Rivoyra Sacrata’ se encargaron en la Edad media de darle comercio al vino. Órdenes como la benedictina o la cisterciense tomaron mucho empeño en este fin. Imagino en aquella Galicia medieval y en aquellos parajes húmedos como debía de ayudar un buen tinto de la zona a la vida contemplativa. Los monasterios de estos lugares están llenos de leyendas visionarias, la santa compaña, las meigas, me pregunto si tendrá algo que ver en estos misticismos el jugo de las Señorial Mencía , Garnacha, Albariño o Godello. ¡Santo vino!

Trago

Acabo de descubrir una receta que a mi me resultó simpática. La fórmula original es de una de las bebidas más populares de México y es reciente. Dicen que debe su nombre a un mexicano descendiente de sirios que añadió limón, chile, salsa maggy, pimienta y sal a su cerveza para combatir los estragos del clima, allá en San Luis Potosí. Por otra parte, Dalel Esper de Abraham, empresaria siria asentada en San Luis Potosí, asegura que la michelada, que es así como se llama la preparación, es obra de su sobrino Michel Esper Jorge. Fuera como fuese es un trago inofensivo que tiene un aire de ritual y algo de árabe por los presuntos inventores. Por supuesto que he adaptado un poquito la receta para darle algo de nuevo y poder añadirla a este blog que no debe de repetir las cosas existentes sin aportar nada.
A mi no me gustan los tragos, tienen demasiado alcohol y me limito a tomar vino y cerveza. Por eso me ha divertido servir la michelada en un vasito de tequila en lugar de en una jarra de cerveza y mucho más especiado como para tomar de un solo trago, el resultado me encantó y su preparación no deja de tener algo de rito.

Modus operandi:

Guardar en el congelador un vasito de tequila húmedo. Impregnar con sal el borde y añadir una cucharadita de café de zumo de limón, media cdc de salsa de picante y una pizca de salsa de tomate, llenar el chupito con cerveza, tomar de un trago.

Delicioso y absolutamente natural. Supongo que en Méjico va a encontrar innumerables detractores.